
Maltodextrina en la industria alimentaria: beneficios, usos y aplicaciones
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La maltodextrina es un ingrediente ampliamente utilizado en la industria alimentaria gracias a sus propiedades como espesante, estabilizante y mejorador de textura. Se obtiene a partir de almidones de maíz, papa o arroz, y se presenta en forma de polvo soluble de fácil incorporación en diferentes procesos productivos.
En la fabricación de alimentos y bebidas, la maltodextrina se utiliza para mejorar la solubilidad, aportar cuerpo a las formulaciones y prolongar la vida útil de los productos. Es común en suplementos deportivos, bebidas instantáneas, salsas, productos de panificación y confitería, ya que ayuda a controlar la viscosidad y estabilizar mezclas.
Además, su bajo dulzor la convierte en un aliado en la formulación de productos reducidos en azúcar, sin alterar el sabor final. En la industria farmacéutica y nutracéutica, se emplea como excipiente y portador de nutrientes en polvos y cápsulas.
La versatilidad de la maltodextrina la hace un insumo clave para el desarrollo de alimentos innovadores, adaptados a las tendencias del mercado. Su capacidad para mejorar la experiencia sensorial y la funcionalidad en diversos productos la posiciona como un ingrediente estratégico en la producción industrial.